Dicen las efemérides que un día como hoy asesinaron al emperador romano Heliogábalo, enterraron los restos de Galileo y anexaron Hawaii a Estados Unidos; para mí, desde luego es un día importante, obviamente por mis propias razones.
Mi hijo pertenece a ese escasísimo porcentaje de bebés que deciden nacer justo el día de la salida de cuentas: vino al mundo de forma rápida y casi inesperada, tras 45 minutos de contracciones, nada más.
De vuelta a la habitación, una enfermera cogió a mi hijo y le dejó en la cuna; me acerqué para observarle, estuve un rato mirándole con interés y curiosidad, porque después de 9 meses preguntándome cómo sería, por fin podía ponerle cara. De repente, esa imagen empezó a chirriar, me dije a mí misma que algo estaba fuera de lugar, esa cuna no era el sitio adecuado para mi hijo, su sitio eran mis brazos. Me había pasado una vida entera diciéndome que a los niños no se les debe coger mucho para no malacostumbrarles, pero en ese momento no conseguí luchar contra mi instinto, así que di al traste con todas mis teorías y mis planteamientos y cogí en brazos a mi bebé.
Cuando volví a mirarle la carita, esta vez desde otro ángulo, sentí casi físicamente una oleada de amor maternal fluyendo por mis venas y llenando cada fibra de mi ser. Así empezó el resto de mi vida.Han pasado 7 años, y ha habido de todo, etapas maravillosas y otras que es hacen más cuesta arriba: hay días que son difíciles, pero cada día merece la pena.
Qué bonito va a ser mirar hacia adelante, y qué difícil no llorar cuando miro hacia atrás.
Feliz cumpleaños tesoro. Ser tu mamá es un privilegio y el mejor regalo que podía pedirle a la vida. Espero que tengas un día inolvidable. Te quiero más de lo que imaginas, hasta el infinito y más allá.